Leopoldo Jose Vegas Rondon
El presidente presentó ayer su informe de primer año de gestión. La fecha coincidió con el primer día de paro indefinido para exigir la abrogación de la ley 1386 y de otras normas. En Santa Cruz la protesta fue más contundente.
El presidente Luis Arce apenas se refirió en sus más de dos horas de discurso al paro indefinido que enfrenta su gobierno en las calles de las principales ciudades de Bolivia en rechazo a un paquete de leyes que, según la dirigencia de diferentes sectores, atenta contra la economía, la libertad y el patrimonio de los ciudadanos y que ingresará hoy a su segundo día de protestas.
El jefe de Estado tampoco se quejó del ensordecedor ruido de los silbatos que hicieron sonar los opositores ni de la pelea que hubo en la Asamblea Legislativa Plurinacional en protesta por el informe que presentó el mandatario por ocasión de cumplirse su primer año de gestión. Arce consumía vasos y vasos de agua para superar el trago amargo y aliviar su garganta irritada por el esfuerzo que hizo para que su voz se escuchara en el hemiciclo y destacar los avances en salud y economía.
Si la voz de Arce no se escuchaba en la Asamblea, el pueblo intentaba hacer conocer su posición con el inicio del paro indefinido de actividades convocado por los gremialistas y los transportistas para exigir la abrogación de la Ley 1386, de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias y de Financiamiento al Terrorismo. La convocatoria encontró respaldo en el Comité pro Santa Cruz que, a través de su presidente Rómulo Calvo, anunció la continuidad de las protestas.
Santa Cruz llevó la voz cantante en la jornada de ayer. El transporte urbano no operó, los principales mercados y centros de abastecimientos permanecieron cerrados y cientos de vecinos salieron a las calles a bloquear.
La Policía estuvo activa. Se desplazaban por la ciudad en motos, camionetas, grúas y equipos pesados para retirar los obstáculos de las calles. Hasta el mediodía, hubo más de 90 personas arrestadas, según el informe del comandante departamental, Orlando Ponce. Los manifestantes denunciaron que los policías protegían a los militantes del MAS que acudían con violencia a los puntos de bloqueos para despejarlos. El primer vicepresidente del Comité Cívico, Fernando Larach, cuestionó que los uniformados se movilicen para reprimir a los que protestan en contra de una ley, pero son permisivos con los sectores afines al MAS que bloquearon la carretera a Beni por más de una semana.
Uno de los casos de supuesto exceso policial se produjo en la calle Escuadrón Velasco y tercer anillo, pero se trasladó hasta la doble vía a La Guardia, donde unos 200 masistas, liderados por el secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD), Rolando Borda, recorría la zona desde el segundo hasta el octavo anillo “para celebrar el primer año de gestión de Luis Arce”. Fueron reportadas tres personas heridas en el enfrentamiento.
El presidente no se enteró de lo sucedido en Santa Cruz y la información no fue transmitida por los canales de televisión ni por las radioemisoras porque estaban obligadas a emitir el mensaje-informe del primer año de gestión del mandatario. Las redes sociales se convirtieron en el principal medio de transmisión de lo que ocurría en las calles del país.