Foto: Un bebedor apostado en el prado Bolívar/RFB
En situación de calle y con problemas de alcoholismo, una decena de personas deambulan por avenidas, calles y parques de Bermejo, realidad que se agudiza en este municipio.
En pasados días un bebedor consuetudinario fue imputado por el delito de zoofilia, tras ser sorprendido abusando sexualmente de su mascota. La ley 700 prevé sanciones que implican privación de libertad, sin embargo, no hay antecedentes en Bolivia de que una persona haya sido enviado a la cárcel por este delito.
Es así que es muy probable que este bebedor se someta a un proceso corto y termine volviendo a las calles, debido a que no existe un centro de atención o rehabilitación para drogo dependientes, tampoco un proyecto social para atender este tipo de casos.
La directora municipal de desarrollo integral, Natali Vides, reconoció que no existe un predio a donde se pueda alojar a estas personas, por lo que esperan trabajar en un plan junto a seguridad ciudadana para habilitar un lugar, en donde al menos puedan pasar la noche.
“Yo apenas estoy dos meses, tendría que recabar información para saber si es posible habilitar un lugar”, dijo en contacto con Fides.
La accesibilidad y los bajos costos de las bebidas alcohólicas podrían ser un factor importante para que cada vez existan personas que caen en las garras de esta enfermedad.